Cuando Luis Eduardo Ramirez, un humilde joven de Quinchía, Risaralda, partió hace 55 años (1.965) a buscar fortuna en el Quindío, jamas se imaginó que el turismo se convertiría en una de sus principales actividades económicas.
Desde muy joven trabajó en todas las actividades posibles, dentro de una finca agrícola. El joven Luis Eduardo conoció diferentes actividades agropecuarias, desde cultivos de plátano, yuca, tomate, etc, hasta conocer todo lo relacionado con la ganadería.
Pero definitivamente el café, fue y ha sido el amor de su vida. Desde recolector, jefe de recolectores, administrador de finca, hasta finalmente propietario de una pequeña finca, Luis Eduardo, es conocedor como el que mas, de todos los secretos del café.
Y es ese amor por el café es que le ha inculcado a sus hijos, lo cuales ya en su tercera generación quieren seguir el legado de su abuelo. Y no han sido épocas particularmente fáciles, desde luchar con créditos bancarios que han puesto en dificultad el patrimonio familiar, hasta plagas implacables como la roya o la broca, que cambió de cierta forma, muchas de las prácticas agrícolas.
Cuando sus hijos empezaron a «venderle la idea» de abrir los cafetales al turismo, Luis Eduardo, los miró con recelo, sin embargo asintió, y después de las primeras reuniones para planificar la apertura, empezó a entusiasmarse con la idea. Los créditos bancarios no daban espera, y era la mejor forma de salvar la «finquita», como le dicen con orgullo a ese pedacito de cielo en el paraíso.
Hoy los recorridos de Café de la Finca Buenos Aires ya no son solo un sueño de Luis Eduardo, su esposa Alicia y sus 3 hijos. Con una ubicación privilegiada a muy pocos minutos de Salento, son ya miles los turistas nacionales y extranjeros, que se deleitan con la familia Ramirez, al conocer una autentica finca cafetera.
Como dice Wilder, el menor de sus hijos, el recorrido de café de la finca Buenos Aires, es un recorrido completamente auténtico, sin guiones ni disfraces, es tener contacto con el campesino puro, noble y humilde, que ha poblado la región del Quindío en el eje cafetero Colombiana. Esa sencillez es la característica principal de una raza auténtica y trabajadora.
El recorrido en la finca buenos aires, comienza en la zona de siembra y semillas, allí los visitantes podrán realizar la siembra de la semilla de café, en cada una de sus diferentes fases. Con interpretes en español e inglés, se podrá conocer una correcta práctica de siembra.
Continua el recorrido, donde se podrá observar fuera del cultivo de café, diferentes siembras típicas en granjas auto sostenibles de los campesinos de la región.
El paisaje espectacular donde se ubica la finca, es a excusa inevitable para tomar un descanso y aprovechar las mejores fotos de un espectacular recorrido.
Durante el recorrido están presenten los hijos del sr Luis Eduardo, quienes gustosos complementan la información de los guías, y comparten sus experiencias con turistas nacionales y extranjeros.
Al regresar del recorrido por los cafetales, encontramos a Don Luis Eduardo, haciendo una de las actividades más importantes, la selección de cada grano, fundamental para lograr un café de mayor calidad tipo exportación.
Luego de mas de 2 horas de información y conocimiento sobre el cultivo del café, disfrutaremos de un refrigerio de arepa con hogao, una tipica combinación gastronómica de la región cafetera.
Finalmente, nuestro tour de café en Salento, termina con una catación del café cultivado y producido en la finca Buenos Aires, aprendiendo a diferenciar ciertas calidades del café, desde la tostión suave, la media y alta, de acuerdo al gusto de cada paladar.
También podremos comprar el café en diferentes prestaciones.
Para consultar sobre el recorrido y precios del tour de cafe en Salento, puede visitar el sitio web: Tour Finca Buenos Aires Salento